La energía de nuestro hermoso planeta azul se ha impregnado en todos sus cuarzos y sus minerales, brindándonos toda su fuerza, poder y energía para nutrir, armonizar, equilibrar y sanar nuestra vida en todos los aspectos. Es por ello que antiguos chamanes denominaron “medicina” a todo lo que amorosa y abundantemente brota de nuestra Madre Tierra.
Este poder y energía ha quedado plasmado, impregnado, registrado y codificado en todos y cada uno de los cuarzos, piedras, minerales que brotan de las entrañas de la Madre Tierra, y ha sido utilizado desde tiempos inmemoriales para la curación a través de muy diversas técnicas que “dirigen” esa fuente inagotable de energía para recuperar la salud no solo de los seres humanos, sino también de los animales, las plantas y nuestros espacios.
Todos los seres humanos, unos más que otros, nos sentimos atraídos hacia ellos porque poseen una vibración o “magia” especial que los hace atractivos simplemente a la vista. Los compramos porque nos han gustado aunque desconozcamos por completo para qué nos pueden ayudar, incluso en muchas ocasiones desconocemos el nombre del mismo, simplemente nos gustan y los compramos. Llegamos a casa y los colocamos como objetos de decoración o adorno, sin darnos cuenta que nos pueden brindar un sinfín de beneficios.
Y lo mismo nos sucede con pulseras, dijes, aretes, anillos, etc., los compramos y los usamos, sin ser conscientes que pueden brindarnos innumerables beneficios si sabemos cómo limpiarlos, cargarlos y programarlos, ya que así como los hemos adquirido vienen “cargados” con energías densas que han recogido a lo largo de su recorrido antes de llegar a nuestras manos.
En las sesiones de Cristaloterapia utilizamos diversos tipos de cuarzos, gemas, piedras, minerales, que se colocan “estratégicamente” sobre y alrededor del cuerpo del paciente para ayudar en la transformación o transmutación de toda energía discordante que se haya bloqueado en los chakras y/o aura del paciente, produciendo de inmediato una profunda relajación y sensación de ligereza, bienestar y equilibrio.
Lo mismo sucede con nuestros espacios, si colocamos un cuarzo en alguna habitación, dependiendo de su tamaño logrará armonizarla por completo, sintiendo en cuanto entras una gran sensación de tranquilidad y bienestar. Si el cuarzo es muy pequeño armonizará solamente una parte de la habitación, por lo que será necesario colocar varios cuarzos en diversas zonas para armonizarla por completo.
Aunque también es importante mencionar que puede llegar un momento en que se “saturan” o bloquean, rompiéndose u ocasionando que pierdan esa capacidad natural de “sanar”, armonizar y equilibrar nuestra vida.